La mamá de mi hijo será mi mujer

Capítulo 30

Capitulo 30

Kieran se quedó a un lado, horrorizado: «Acaso estas ancianas no tienen otra cosa de la que hablar además de los grandes acontecimientos de la vida de otras personas?» Para evitar que lo interrogaran a continuación, cambió de tema y preguntó a Gregory:

-Greg, ¿quieres salir después de cenar? Puedo llevarte a dar un paseo. Copyright Nôv/el/Dra/ma.Org.

Para su sorpresa, Gregory hizo una mueca y le miró con desdén. Con voz de niño, contestó sin miramientos:

-No quiero. Quiero acompañar a la señorita bonita. Tu, en cambio, eres un hombre soltero que debería buscarse una novia ya.

-Pfft -la comisura de la boca de Tessa se crispó mientras se resistía a esbozar una ligera sonrisa. Al principio, su presencia allí la hacía sentir como si estuviera sentada en un alfiler al no poder entablar conversación con los demás. Cuando le oyó decir esas palabras, no pudo evitar sentirse mejor.

En cuanto a Kieran, parecía dolido. No esperaba que incluso Gregory sintiera desprecio por él y replicó:

-Greg, tu padre también es soltero. ¿Por qué no hablas de él?

Gregory dijo con tono serio:

-Eso es porque papá ya tiene un bebé, pero tú no.

En el momento en que Kieran escuchó eso, sintió como si hubiera sido golpeado por un ataque crítico y hubiera sufrido mucho daño. A Stefania también le hizo gracia el comportamiento de Gregory, así que se apresuro a añadir con una carcajada:

–¿Oyes eso? Hasta Greg lo sabe. ¿Por qué no te das prisa?

Por supuesto, Kieran no quería, así que replicó:

-No me importa. No me casaré si mi hermano no lo hace. En cualquier caso, si las cosas no salen bien, jharé una inseminación artificial y te daré unos cuantos bebés que llevarán todos el apellido Sawyer!

En cuanto escuchó eso, su expresión cambió mucho y se adelantó para asestarle un golpe:

-Pequeño idiota, ¿qué tonterías dices? ¡A ver si te atreves a intentar esto! A ver si no te rompo las piernas después si lo haces!

–¡Ay, me duele! Mamá, me he equivocado. ¡Me equivoqué! -gritó con dolor; casi llorando. Luego, Stefania lo soltó mientras lo regañaba:

-¡Qué bueno saberlo! Pequeño b*stardo, a ver si te atreves a hacer algo así o no.

Frotándose las orejas con agravio, Kieran no pudo evitar decir:

-Seguro me recogieron del basurero cuando era niño. Mis padres no me quieren. Tengo el corazón destrozado y creo que esta familia no es adecuada para mí. Me voy… -luego de hablar, se escabulló y salió corriendo más rápido que un conejo. Una Stefania sin palabras suspiro mientras se sentía un poco impotente. Al ver esto, Roselle sonrió y elogio:

-Kieran sigue siendo tan animado.

Entre risas, Tobias y Nicholas habían terminado una partida de ajedrez. Tobías había ganado por un pequeño margen, pero no estaba contento con ello porque fue Nicholas quien le permitió salir como ganador.

Sintiéndose infeliz, ordenó:

-¡Una ronda más!

Sin embargo, a Nicholas no le importó:

– Tengo una reunión en linea más tarde, así que tengo que volver primero. Jugaremos la próxima vez.

Con eso, se puso en pie y se dispuso a marcharse. Al oírlo, Roselle le siguió y le tiró de la chaqueta.

— Nicholas, ¿no te quedas aquí? Es raro verlos a ti y a Greg. Todavía quiero charlar más con ustedes. Además, las reuniones online se pueden hacer en casa, ¿no?

Yana ayudó a Roselle añadiendo:

-Si, Nicholas, no es conveniente que conduzcas por la noche, así que quédate aquí.

Un molesto Nicholas apartó la mano de Roselle sin darse cuenta. Su tono era tranquilo y firme, sin margen de discusión, cuando respondió:

-No hace falta. A Greg sólo le gusta su propia cama, así que no le gustará dormir aquí. Además, tampoco es apropiado que la señorita Reinhart se quede.

El corazón de Roselle se estrechó de repente al oír las palabras y preguntó de repente:

-Señorita Reinhart, ¿volverá a su casa esta noche?

En ese momento, Gregory respondió en voz alta:

-No, ella vivirá en los Jardines de la Dinastía para seguir enseñándome a practicar el violín. Se quedará conmigo.

Cuando escuchó eso, Roselle se quedó anonadada. Su mirada se tensó mientras miraba a Tessa. «¿Esta mujer está viviendo en la villa de Nicholas?», se percató.

Al mismo tiempo, Tessa también estaba un poco confundida al preguntarse cuándo había vivido en la villa. Quiso explicarse, pero como Roselle la miraba, optó por guardar silencio.

Stefania también se sorprendió mucho cuando lo oyó. Aparte del padre y el hijo, así como las amas de llaves y los sirvientes, no había nadie más que se alojara en los Jardines de la Dinastía durante los días de semana porque su hijo no lo permitía. «Sin embargo, ¿esta profesora de violín se aloja allí?»

Yana se sobresaltó y enseguida cuestionó:

-¿Es eso apropiado? No están casados. ¿Cómo pueden vivir juntos?